lunes, 27 de marzo de 2017

SE PERDIÓ, EN EL QUIÉN SABE DONDE.

Luego de haber iniciado un proyecto Comunicacional con el mismo nombre del presente Blog, regreso para seguir escribiendo una primera reflexión en 2017.

Inquieto y curioso por lo que veo en los medios en función de la Comunicación Política y la Diplomacia, no es casualidad que de nuevo mi país sea centro de atención para la Comunidad Internacional, ya sea por nuestro lenguaje o los capitulos que la Agenda Setting nos presenta a diario.

Son muchos los temas en los cuales Venezuela está presente gracias a los massmedia, cayendo uno en una suerte de saturación informativa, que provoca que uno alce su voz a través de pequeños espacios como éste blog, investigando o haciendo radio. Como sea, uno tiene derecho a tomar una posición.
Poseido indudablemente por un espiritu de lucha que a la misma vez me ha hecho tener seguidores y detractores, en diferentes lugares y circunstancias donde me ha puesto el Espacio Público, abogo otra vez, por el entendimiento, la concordia y el carácter fuerte que deberíamos tener los internacionalistas ante tanto absurdo que para la fecha de 2017 rodea a Venezuela.
Entendiendo como un ciudadano cualquera que nuestra nación está en situación dificil (y no es el primera vez) me pregunto:

¿Donde está la unión que todos los factores que hacen vida en Venezuela tiene para lograr un entendimiento básico? Sabian ustedes que la situación que hoy enfrenta nuestra tierra no viene dada por el gobierno actual, viene por la falta de arraigo de nosotros?

¿Para qué tanto tiempo de estudio en tantas áreas importantes para el país, como por Ej: Comunicación y Estudios Internacionales, si la vieja estructura  que todavía nos atrasa, es temerosa de ser eliminada por contenidos nuevos enfocados verdaderamente en el mejoramiento Humano?

¿Donde ésta el amor por el país, si nuestros paisanos viviendo afuera, maltratratan a su propio país con el peor de los lenguajes?

¿Donde esta la fraternidad familiar, que siendo la base principal de la sociedad, no es capaz de mantener puentes amorosos para  consolidar la unión de la familia?

¿Donde está la sociedad misma, (si es que ella existe) que sigue viendo a la persona con discapacidad como un extraño a su tejido social.

¿Donde ésta la reflexión, el amor al pensar y el amor de entrega total que nos haga un mejor mundo? 

¿Somos tan tontos que dependemos de afuera para corregir errores? 


¿Quién sabe donde?