domingo, 11 de febrero de 2018

LA LUCHA REAL.

Letras sin nombre, simplemente ganas de escribir. Escribir es una de las actividades mas ricas del mundo, junto a la Locución es la actividad que deja mas huella, porque está en la mente de la gente.

Hoy escribo desde Venezuela y siempre escribo por Venezuela, un país que debe reconocerse especialmente desde la mentira (Puede ser que por la coyuntura actual que a todos nos afecta aprendamos a ser sinceros con nosotros mismos).

Mucho de lo que pasa a esta tierra actualmente es culpa de su gente (yo soy parte de ella) Un ser particularmente fastidiado de la desidia, falta de humanismo, falta de orden de este bravo pueblo, a veces mis luchas (y me disculpan lo singular) las siento perdidas en el camino, puesto que este mundo esta gobernado por la indolencia, los paños calientes, los besos hipócritas y los abrazos de judas, hoy día hemos caído en el mas profundo dominio de la perdida de valores y de fraternidad real: lo que quieren los políticos.

Ahí donde hay voluntad nadie quiere trabajar,nadie ve el mundo con matices necesarios, médicos que se supone tienen vocación de servicio humano, te mienten muy despacio para desgarrar las ilusiones de quien busca siempre salud estable para ser útil a la sociedad,(no son todos los médicos) amigos que se van,  pues desprecian a sus amigos que los ponen en evidencia, (hay amigos excelentes aún) demuestran a una sociedad del tekné que prefiere abrir una brecha mas grande a la distancia entre el prójimo.

La única forma de crear, es no repetir el mismo discurso, aunque los articulistas tendemos a ser repetitivos, tenemos que abrirnos espacio, para comunicar sobre lo que no se hace y podemos hacer, sobre como se hace y no sirve, para mejorarlo y ponerlo a funcionar, ciertamente nos dominan las simbologias, trenes de trabajo, que quitan sensibilidad al corazón, espacios públicos y comunicacionales para el no  pensar y disculpas que parecen despedidas. 

Si escribir para pensar es una lucha, esa es mi lucha real.