Aquí, aunque usted no lo crea se hace un ejercicio de sinceridad, desde lo más intimo de lo sincero.
Desde la barrera observamos el desorden, el inmediatismo y las excusas disfrazadas de desamor. Quien esto escribe, solo intenta dejar un mensaje, un mensaje que lo haga a usted reflexionar.
Fastidiado de lo gris que siempre se presenta como una bofetada, solo queda escribir sobre lo gris, pero lo cierto es que escribiendo, lo gris se muere y pintamos matices que mueven al corazón, que busca su espacio, en éste mundo profundamente injusto.
Es un espejismo la cotidianidad venezolana, un espejismo grupal e individual, y tratando de salir de ese espejismo, tratando de transgredir, un contexto gris que te puso el camino yo me encuentro con: Gente que te dice... ¿ y si te quedas solo? , "no importa cada quien está en lo suyo, tienes que aceptarlo"
¿Que vas a hacer? también te dicen.
Ahora bien, ¿por qué aceptar como ley lo que otros dicen? si, es cierto, yo digo: Hay que seguir adelante, con altos, bajos, con todo, no soy yo... son los demás, pero también es verdad, ¿por qué la exclusión?, ¿por qué llorar después de lo inevitable?
El ser humano es una hechura de sentimientos, y hoy los siento en una isla.
Lloro ahora por dentro, por el trato desigual, por los embarques en la universidad, por las fotos en las que no aparezco con gente querida, por la gente que me quiere y no me quiere, por mi papá, por mi mamá, por mi hermana y su eterno "banquito".
He hecho cosas importantes, pero no han sido suficientes, han sido mas las disculpas que he tenido que aceptar, las que he tenido que ofrecer, y lo duro que he tenido que enfrentar.
Querer compartir, y ser tratado como un igual a ti, no es ser agobiante.
La gente estúpida tiene derecho a existir, ¿pero también a burlarse de uno?
¿Oh y ahora quien podrá ayudarme, que no sea El Chapulin Colorado?
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